Marvin Minsky inventó la mayoría de los conceptos de la inteligencia artificial, especialmente los relacionados con las redes neurales. Y aunque estaba convencido de que la inteligencia artificial salvaría al mundo, también tenía miedo de que ese poder se nos fuese de las manos. “Cuando los ordenadores tomen el control, quizá ya no lo podamos volver a recuperar. Sobreviviremos mientras ellos nos toleren. Si tenemos suerte, quizá decidan tenernos como sus mascotas“, dijo en 1970, en una entrevista a la revista Life. Toda una profecía, teniendo en cuenta que en aquella época no existían los ordenadores domésticos, ni Internet. ¿Controlan Google, Facebook, Amazon y la inteligencia artificial nuestras vidas?
Todos asumimos que Google, Facebook, Amazon, Apple, espían nuestra actividad. Qué busquedas hacemos, qué webs visitamos, que productos miramos, dónde estamos, etc. Pero esos datos los recopilan de forma anónima, ¿verdad? Mientras no los asocien a mi nombre o a mi número de teléfono… Además yo no soy una persona importante y no tengo nada que esconder, ¿para qué iban a fijarse en mí? Total, tampoco es muy molesto que me muestren algunos anuncios personalizados mientras navego…
Reflexionemos un poco sobre esta línea de pensamiento. Google es una empresa que ofrece casi todos sus productos gratis, porque el dinero lo gana vendiendo los datos que recopila con esos productos, a anunciantes y empresas. Por supuesto, no hablamos en sentido literal, ya que Google no vende los datos a nadie y ninguna empresa externa tiene acceso a ellos. Google lo que hace es usarlos para anuncios personalizados y otras campañas cuando una empresa contrata los servicios de Google, pero solo ella tiene acceso a esos datos.
El escudo “la información que se recopila es anónima” no tiene ningún valor, porque a un anunciante no le interesa tu nombre. No necesita saber quien eres. Le basta con saber que sus anuncios llegan a gente según lo que consumes, tus hábitos, tus gustos, y dónde estás, a través de la dirección IP, el GPS del móvil, o tu cuenta de Google. Tu nombre, o tu número de teléfono, no es importante para venderte cosas.
Es una de las preocupaciones de Internet (la recopilación de datos supuestamente anónimos), pero ya no es la única.
Antes esos datos eran básicamente texto, se usaban para personalizar anuncios. En una segunda fase se pasó a la recopilización de fotos, y también de la voz, las huellas, el reconocimiento facial… Pero lo verdaderamente inquientante empieza ahora, cuando la inteligencia artificial entra en juego. Penetramos en territorio desconocido…
Tu actividad en Google
Para acallar las críticas sobre la supuesta intromisión en la privacidad, Google creó hace poco una web especial llamada Mi Actividad en Google. Aquí se recopila todo lo que Google sabe de tí, a través de tu cuenta de Google. Si nunca has ajustado la privacidad en Mi Actividad, entra e inicia sesión con tu cuenta de Google (la que usas en el móvil, por ejemplo).
Aquí verás tus búsquedas en Google, las ubicaciones en Google Maps, las búsquedas en YouTube, los vídeos que has visto, las apps que has usado, tu lista de contactos, tus calendarios, lás órdenes de voz con el asistente de Google… Incluso fragmentos aleatorios de audio que el asistente de voz graba, “como entrenamiento“.
Es una forma bastante directa de darse cuenta de lo que Google sabe de tí. Puedes borrar lo que quieras o marcar lo que no quieres que Google almacene, pero eso es solo una parte de tu actividad con Google. Otra información se recopila de forma anónima, sin asociarla a la cuenta.